Otra tarea a realizar en este curso es la lectura en grupo del libro "TEORÍA DEL DESARROLLO CAPITALISTA" de P.M. SWEEZY
Los tres primeros capítulos tenemos que leerlos cada uno de nosotros de forma individual, repartiéndonos la lectura de los capítulos 4, 5, 6 y 8.Así que a continuación teneis el fruto de este trabajo individual y colectivo:CAPÍTULO 1: "TEORÍA DEL DESARROLLO CAPITALISTA"
Se trata de la lectura nº 7 que ya he analizado en otro apartado de este blog, así que pinchad aqui si os interesa
CAPÍTULO 2: "EL PROBLEMA DEL VALOR CUALITATIVO"
La ciencia económica es la ciencia de la producción de mercancías, lo que supone que los problemas de la economía política tienen un carácter exclusivamente cuantitativo. Empiezan con el valor de cambio, la relación cuantitativa básica entre las mercancías, que se estable a través del proceso de cambio.Si comparamos Marx con Adam Smith se aprecian importantes diferencias en sus concepciones de economía política: Marx no niega la existencia de una relación entre la producción de mercancías y la división del trabajo pero no es la rígida relación que describe Smith.
Sin quitar la importancia que le atribuye Smith a la división de trabajo, Marx niega que esta esté ligada al cambio. Por lo que la producción de mercancías no es la forma universal e inevitable de la vida económica sino una de ellas.
El economista debe prestar atención no solo a las relaciones cuantitativas sino también al carácter de las relaciones sociales subyacentes en la forma mercancía. Las tareas de la economía política no son solo cuantitativas sino también cualitativas.
La gran originalidad de la teoría del valor de Marx reside en la aceptación de estos dos elementos, considerándolos simultáneamente dentro de una sola concepción.
Toda mercancía según Marx tiene un doble aspecto al considerar que es un valor de uso u objeto de utilidad y un valor (valor de cambio):
1.- Valor de uso: al que se denominaría actualmente "utilidad" no da ningún carácter peculiar ya que los objetos de consumo en cualquier época tienen mismo valor de uso, por lo que es un rasgo universal. Expresa una relación entre el consumidor y el objeto consumido.
Marx excluía el valor de uso de la esfera de investigación de la economía política, ya que no da cuerpo directamente a una relación social. Sin embargo, esto no significa que el valor de uso no juegue ningún papel, sino que es un prerrequisito del consumo y Marx no lo excluye de la cadena de lo fenómenos económicos.
2.- Valor de cambio: Es una relación cuantitativa entre mercancias, que muestra la característica única de cada mercancía al ser relacionada con otras.
Marx centra su teoría del valor sobre esta cuestión al plantearse si ha de ser concebido como una relación social y por lo tanto como materia de investigación. Así señala que la relación cuantitativa, que se llama valor de cambio es solo una forma de relación social entre los productores o los propietarios de las mercancías.
Es un reflejo de que los productores individuales trabajan realmente los unos para los otros, existiendo un carácter social dado por el acto de cambio.
El valor de cambio, siguiendo esta reflexión, refleja por tanto el hecho de que las mercancías son productos del trabajo humano, en una sociedad basada en la división del trabajo y en la que los productores trabajan privada e independientemente.
Como valor una mercancia es un rasgo de una forma histórica específica de sociedad que tiene dos caracteres principales:
División del trabajo desarrollada
Producción privada.
Trabajo y valor
El requisito de que todas las categorías económicas deban representar relaciones sociales, condujo a Marx, a considerar el trabajo como "el valor que yace oculta detrás" del valor de cambio.
El trabajo también tiene dos aspectos:
- Valor de uso
- Valor de la mercancía
A la mercancía con valor de uso corresponde el trabajo como trabajo útil, pero no es la única fuente de valor de uso ya que el valor de una mercancía representa también trabajo humano abstracto.
Esta relación cualitativa del valor con el trabajo se puede resumir en la siguiente afirmación: por una parte todo trabajo es, un gasto de fuerza humana de trabajo, y en tal carácter crea y forma los valores de las mercancías. Asimismo todo trabajo es el gasto de fuerza humana de trabajo en una forma especial y con un fin preciso, y en este, su carácter de trabajo útil concreto, produce valores de uso.
Trabajo abstracto
El trabajo abstracto es abstracto solo en el sentido de que se pasan por alto todas las características especiales que distinguen una clase de trabajo de otra. Sería una expresión equivalente de "trabajo en general", lo común a toda actividad humana productiva.
La reducción de todo trabajo a trabajo abstracto permite ver, detrás de las formas diferencias que el trabajo puede ir adoptando en los diferentes momentos, una suma de fuerza de trabajo social que es susceptible de transferencia de un uso a otro de acuerdo con la necesidad social, y cuya magnitud y desarrollo depende en última instancia la capacidad productora de riqueza de la sociedad.
La relación de lo cuantitativo con lo cualitativo en la teoría del valor
Una mercancía tiene en común con todas las demás mercancías (todas ellas son valores) el hecho de absorber una parte del total de la fuerza de trabajo disponible en la sociedad (todas ellas son trabajo abstracto materializado).
Es esta característica de las mercancías, la cual presupone valor de uso y se manifiesta en valor de cambio, lo que hace de la "mercancía" el punto de partida y la categoría central de la economía política.
Se ha llegado a estas conclusiones a través del análisis cuantitativo y puede parecer que tiene poco con el problema cualitativo, pero no es así ya que tanto la significación básica como las tareas principales de la teoría del valor cuantitativo son determinadas por el análisis cualitativo.
La tarea central de la teoría del valor cuantitativo surge de la definición del valor como magnitud: "La magnitud del valor expresa ... la conexión que existe entre cierto artículo y la parte del tiempo total de trabajo de la sociedad que se requiere para producirlo."
El carácter fetichista de las mercancías
La teoría del valor cualitativo con su corolario en la doctrina del Fetechismo de la Mercancía, es el primer paso esencial en el análisis marxista del capitalismo.
En la producción de mercancías, la relación básica entre los hombres "adopta, a sus ojos, la forma de una relación entre las cosas." Esta materialización de las relaciones sociales es el centro de la doctrina del Fetichismo de Marx.
CAPÍTULO 3: "EL PROBLEMA DEL VALOR CUANTITATIVO"
1.- El primer paso
En toda sociedad lo que cambia a lo largo de la historia, es el modo de organizar y llevar a cabo las actividades de producción y distribución.
El valor de cambio es una de las leyes que gobiernan la asignación de la actividad productiva en una sociedad. Establecer las implicaciones de esta forma de producción, en términos de relaciones sociales y consciencia social, fue la tarea del valor cualitativo.
Descubrir la naturaleza de estas leyes en términos cuantitativos es la tarea de la teoría del valor cuantitativo, y es en este sentido como la teoría del valor ha constituido el punto de partida de la moderna economía política.
Marx supone que hay una correspondencia exacta entre las proporciones del cambio y las proporciones del tiempo de trabajo. Así las mercancías cuya producción requiere un tiempo igual se cambian sobre la base de uno por uno. Esta simple fórmula es el punto de partida.
Hay que introducir dos consideraciones:
En la determinación del valor hay que tomar en cuenta solo el trabajo "socialmente necesario", aquel que se requiere para producir un artículo en las condiciones normales de producción y con el grado medio de habilidad e intensidad común.
El trabajo más calificado que el trabajo medio debe tener, una mayor capacidad de producir valor. El trabajo calificado cuenta solo como trabajo simple intensificado, considerándose una cantidad dada de trabajo calificado igual a una cantidad mayor de trabajo simple. La relación entre los dos tipos de trabajo es susceptible de medición independiente de los valores de mercado de sus productos.
2.- El papel de la competencia
En una sociedad de producción simple de mercancías, la oferta y la demanda estarán equilibradas solo cuando el precio de cada mercancía sea proporcional al tiempo de trabajo requerido para producirla. A la inversa se establecerán precios proporcionales a los tiempos de trabajo solo en caso de que las fuerzas competidoras de la oferta y la demanda puedan trabajar libremente.
3.- El papel de la demanda
A Marx se le acusa de haber ignorado el papel de la demanda, en el sentido de las necesidades y los deseos de los consumidores, en la determinación de las relaciones de valor cuantitativo.
Hay dos razones fundamentales para que Marx, aunque reconociendo el papel que juega la demanda a la hora de determinar la asignación del trabajo social, no elaborara una teoría de la opción de los consumidores:
Bajo el capitalismo la demanda efectiva es solo parcialmente un cuestión relativa a las necesidades de los consumidores. Es más importante la distribución del ingreso, que a su vez es reflejo de las relaciones de producción o lo que los marxistas llaman la estructura de clase de la sociedad. La demanda del mercado está dominada por la distribución del ingreso, por lo que los problemas del valor deben ser tratados por la vía de las relaciones de producción más que por las valuaciones subjetivas de los consumidores.
- Marx pensaba que las necesidades de los consumidores entran en la categoría de elementos reactivos de la vida social. Son un reflejo del desarrollo técnico y organizacional de la sociedad y no viceversa.
4.- "Ley del valor" vs. "Principio de planeación"
Lo que Marx llamaba "la ley del valor" resume las fuerzas actuantes en una sociedad productora de mercancías que regula:
Las proporciones del cambio de mercancías.
La cantidad producida de cada una.
La asignación de la fuerza de trabajo a las diferentes ramas de la producción.
La ley del valor, sería una teoría de equilibrio general desarrollada con referencia a la producción simple de mercancías y adaptada después al capitalismo. Una de sus principales funciones es aclarar como en una sociedad productora de mercancías existe el orden y no el caos.
En la medida en que la actividad productiva es sometida a un control consciente, la ley del valor pierde su importancia, el principio de la planeación la sustituye.
El valor y la planeación son tan opuestos como el capitalismo y el socialismo.
5.- El valor y el precio de producción
Los precios de producción son modificaciones de los valores, derivando de ellos conforme a determinadas reglas y no de forma arbitraria o sin explicación.
La teoría del precio de producción no contradice la teoría del valor, sino que se basa directamente en ella y no tendría ningún sentido a no ser como parte del desarrollo de la teoría del valor.
6.- Precio de monopolio
La introducción de elementos de monopolio en la economía dificulta el funcionamiento de la ley del valor como reguladora de las relaciones cuantitativas de producción y cambio. Estamos en una situación en la que el monopolista se aprovecha de las condiciones de la demanda.
Esta adquiere un significado especial y tanto el precio como la cantidad producida son diferentes de lo que serían en un régimen de competencia. Las discrepancias entre el precio de monopolio y el valor no están sometidas a ninguna regla general.
Las relaciones de valor cuantitativo son perturbadas por el monopolio pero las cualitativas, no. Esto significa que se puede seguir comparando mercancías en términos de unidades de tiempo de trabajo, a pesar de que las relaciones cuantitativas implicadas en la ley del valor no son válidas.
CAPÍTULO 4: "PLUSVALÍA Y CAPITALISMO"
El capitalismo implica la producción de mercancías, pero tal producción no implica necesariamente el capitalismo. En realidad, un alto grado de desarrollo de la producción de mercancías es un prerrequisito necesario para la aparición del capitalismo.
1.- El capitalismo
Bajo el capitalismo la propiedad de los medios de producción corresponde a un conjunto de individuos, mientras que otro realiza el trabajo. Además, tanto los medios de producción como la fuerza de trabajo, son mercancías; es decir, unos y otra son objetos de cambio y, por lo mismo, portadores de valor de cambio. También las relaciones entre propietarios y no propietarios tienen el carácter de relaciones de cambio. La compra y venta de la fuerza de trabajo es la diferencia específica del capitalismo.
Según Marx plusvalía es el fin directo y el incentivo determinante de la producción. También dice que el proceso inacabable y sin descanso de la obtención de ganancias es el solo fin que persigue el capitalismo.
2.- El origen de la plusvalía
La fuerza de trabajo es el trabajador mismo.
Según Marx el valor de la fuerza de trabajo se determina, como en el caso de cualquiera otra mercancía, por el tiempo de trabajo necesario para la producción. El tiempo de trabajo requerido para la producción de fuerza de trabajo se reduce al necesario para la producción de los medios de subsistencia, que dependen, en gran medida, del grado de civilización de un país.
El valor de la fuerza de trabajo se reduce al valor deo una cantidad más o menos precisa de mercancías ordinarias.
El capitalista al final del proceso tiene más dinero que cuando comenzó. En algún punto del proceso se ha creado más valor, o plusvalía.
La plusvalía que el capitalista puede tomar para sí es el exceso del tiempo del trabajo necesario para compensar los medios de subsistencia del trabajador.
La jornada de trabajo puede dividirse en dos partes, trabajo necesario y trabajo excedente. El producto del trabajo necesario va a parar al obrero en forma de salario, mientras que el capitalista se apropia el producto del trabajo excedente en la forma de plusvalía.
3.- Los componentes del valor
Representa el valor de los materiales y la maquinaria usados.
c + v + p = valor total
Siendo:
C: capital constante
V: capital variable
P: plusvalía
El valor total equivale a las entradas brutas por ventas, el capital constante al desembolso en materiales más depreciación, el capital variable al desembolso en sueldos y salarios, y la plusvalía al ingreso disponible para su distribución como interés y dividendos o para su reinversión en el negocio.
4.- La tasa de la plusvalía
__p__ = p’ = tasa de la plusvalía.
v
La tasa de la plusvalía es la forma de lo que Marx llama la tasa de explotación, es decir, la proporción de trabajo excedente con respecto al trabajo necesario.
Su magnitud es directamente determinada por tres factores: la duración del día de trabajo, la cantidad de mercancías que entran en el salario real y la productividad del trabajo.
Marx supone que la tasa de la plusvalía es igual en todas las ramas de la industria y en todas la empresas dentro de cada industria. Para que se cumpla, primero debe haber una fuerza de trabajo homogénea, transferible y móvil, y además, cada industria y todas las empresas dentro de cada industria deben emplear exactamente la cantidad de trabajo que sea socialmente necesaria en las circunstancias existentes.
5.- La composición orgánica del capital
En la determinación de la composición orgánica del capital entra la tasa de los salarios reales, la productividad del trabajo, el nivel común de la técnica y la amplitud de la acumulación de capital en el pasado.
6.- La tasa de la ganancia
Es la proporción de la plusvalía con respecto al desembolso total de capital (g):
__p__ = g = tasa de la ganancia
c+v
Se supone que no hay que pagar ninguna porción de la plusvalía al propietario en la forma de renta, y que todo capital tiene un idéntico período de rotación de un año.
A pesar de que la tasa de la ganancia es la variable crucial desde el punto de vista del comportamiento del capitalista, para fines de análisis teórico debe mirársela como dependiente de las dos variables más fundamentales, la tasa de la plusvalía y la composición orgánica del capital.
También se supone la igualdad general entre las industrias y las empresas.
CAPÍTULO 5: "LA ACUMULACIÓN Y EL EJERCITO DE RESERVA"
1.- La reproducción simple
Marx fue influido por Quesnay y consideraba su propio plan para el análisis de la estructura del capitalismo, que en su forma más elemental llama “Reproducción Simple”. Se refiere con ésta a un sistema capitalista que conserva indefinidamente las mismas proporciones entre sus diversas partes. Para que se cumplan estas condiciones es necesario que los capitalistas repongan cada año el capital gastado o usado y empleen toda su plusvalía en el consumo; y que los obreros gasten todo su salario en el consumo. Si no se llenaran estos requisitos tendría lugar una acumulación o bien un agotamiento de la existencia de medios de producción, y esto está excluido por hipótesis.
El valor del capital constante usado en la rama de artículos de consumo debe ser igual al valor de las mercancías consumidas por los obreros y capitalistas dedicados a producir medio de producción. Si se satisface esta condición, la escala de la producción no cambia de un año al siguiente.
La producción se divide en dos amplias categorías: la producción total de medios de producción y producción total de artículos de consumo. En conjunto constituyen la suma de la oferta social de mercancías. El ingreso del capitalista que debe gastar en medios de producción, el ingreso del capitalista que es libre de gastar en el consumo (plusvalía) y el ingreso del trabajador (salario).
Cada una de las partidas del plan de reproducción tiene un carácter doble en el sentido de que representa un elemento de demanda y a la vez un elemento de oferta.
El plan de reproducción es en esencia un expediente para mostrar la estructura de las ofertas y demandas en la economía capitalista, en términos de las clases de mercancías producidas y de las funciones de quienes perciben los ingresos.
2.- Las raíces de la acumulación
El interés del capitalista es ampliar su capital. Realiza esto convirtiendo una parte, a menudo la mayor, de su plusvalía en capital adicional. Su capital acrecentado le permite entonces apropiarse aún más plusvalía, que su vez convierte en capital adicional, y así sucesivamente. Este proceso conocido como acumulación de capital, constituye la fuerza motriz del desarrollo capitalista.
Como lo expresaba Marx, acumular es conquistar el mundo de la riqueza social, acrecentar la masa de seres humanos explotados por él, y de este modo extender el predominio directo e indirecto del capitalista.
La mayor cantidad de plusvalía y el mayor poder de acumulación corresponde al capitalista que emplea los métodos técnicos más avanzados y eficientes. Así el afán de perfeccionamiento es general. Pero los nuevos y mejores métodos de producción exigen mayores desembolsos de capital y vuelven anticuados los medios de producción existentes.
Aunque la urgencia de acumular sigue predominando, no excluye un deseo paralelo, y aun en parte derivado, de aumentar el consumo. Según la teoría de la abstinencia (teorías contemporáneas ortodoxas) es penoso para el capitalista “abstenerse” de consumir a efecto de acumular, y, por lo tanto, el interés del capital debe considerarse como el necesario galardón de tal abstinencia. Para Marx acumular capital es un fin positivo y lleva consigo ciertos “placeres”.
Según la teoría de la “espera” los capitalistas desean consumir todo lo que poseen, negando la urgencia del capitalista de acumular riqueza.
3.- La acumulación y el valor de la fuerza de trabajo: Planteamiento del problema
Partimos del hecho de que la acumulación implica un aumento en la demanda de fuerza de trabajo. Ahora bien, cuando aumenta la demanda de una mercancía cualquiera, su precio sube asimismo; y esto lleva consigo una desviación del precio respecto del valor.
La fuerza de trabajo no es una mercancía ordinaria, es decir, no hay capitalista que pueda dedicarse a producir fuerza de trabajo en caso de que suba el precio de ésta.
La plusvalía depende de la diferencia que existe entre el valor de la fuerza de trabajo y el valor de la mercancía que el trabajador produce.
La teoría cuantitativa del valor y la ganancia, de Ricardo, es muy semejante a la de Marx. Para Ricardo, el mecanismo necesario para asegurar el que los salarios permanezcan más o menos al nivel convencional de subsistencia, reside en una teoría de la población. Además, la teoría demográfica en que pensaba era evidentemente un caso especial de la famosa teoría malthusiana.
4. - La solución de Marx: el ejército de reserva del trabajo
Las exigencias del capital que se acumula pueden exceder el aumento de la fuerza de trabajo o del número de trabajadores; la demanda de trabajadores puede exceder la oferta y, por consiguiente, los salarios pueden subir.
Estaba completamente seguro de que tal elevación de salarios no podría nunca alcanzar el punto en que amenazase al sistema mismo. Tenía que preguntarse: ¿qué es loq eu detiene los salarios, del tal modo que la plusvalía y la acumulación puedan seguir siendo los rasgos característicos y esenciales de la producción capitalista?
La solución de Marx a este problema gira alrededor de su concepto del “ejército de reserva del trabajo”, o la “población excedente relativa”. El ejército de reserva consiste en obreros desocupados que, mediante su competencia activa en el mercado de trabajo, ejercen una presión constante, hacia abajo, en el nivel del salario. Se recluta principalmente entre aquellos que han sido desplazados por la maquinaria.
Marx consideraba la introducción de maquinaria para economizar trabajo como una respuesta más o menos directa de los capitalista a la tendencia ascendente de los salarios. El efecto de esta conducta es el desempleo.
Anteriormente Ricardo estableció que la maquinaria que ahorra trabajo “libera” obreros sin liberar el capital variable necesario para su empleo en otras partes, y, por lo tanto, su reempleo depende principalmente de la acumulación adicional.
Con la acumulación y el desarrollo de la productividad del trabajo que la acompaña, crece también el poder de expansión rápida del capital.
Junto a la eliminación del trabajo por la maquinaria, las crisis y las depresiones toman su lugar como mecanismo capitalista específico para reconstruir el ejército de reserva cada vez que éste se ha reducido a proporciones peligrosamente pequeñas.
El proceso industrial, primero está la gran masa de trabajadores en empleo industrial, alimentada por la corriente de nuevos trabajadores que consiguen puestos por primera vez en la industria capitalista, y por los desocupados del Ejército de Reserva que se incorporan a la industria. Abandonan el Empleo Industrial, primero, los trabajadores retirados que han concluido su carrera productiva, y después los que son desplazados de la industria, y por tanto, pasan al Ejército de Reserva.
En la fase de prosperidad del ciclo económico el Empleo Industrial gana a expensas del Ejército de Reserva; por otra parte, a la crisis y la depresión corresponde una contracción del Empleo Industrial mientras el Ejército de Reserva crece.
5.- La naturaleza del proceso capitalista
La economía política clásica se inclinó siempre a predecir el fin inminente del progreso económico. El razonamiento: la acumulación estimula indirectamente el desarrollo de la población.
El progreso económico debe ser finalmente detenido por dos leyes naturales preponderante e inmutables: la ley de la población y la ley de los rendimientos decrecientes.
La teoría malthusiana de la población no pudo sobrevivir al notable descenso en la curva de las tasas de la natalidad que comenzó durante la década del 1870, en los países occidentales más avanzados. Los economistas se vieron obligados a abandonar la teoría de la población y con ella toda la teoría clásica de la evolución económica.
Marx se protegió incluyendo en su estructura teórica el principio del ejército de reserva en vez de la ley de la población, no sólo rompió categóricamente con la tradición clásica, sino que puso también la base para un nuevo y asombrosamente poderoso ataque a los problemas de la evolución económica.
Es principalmente por medio de las innovaciones tecnológicas para economizar trabajo, como se recluta el ejército de reserva, y sólo por la existencia continua del ejército de reserva pueden sobrevivir la plusvalía y al clase que ella sostiene.
CAPÍTULO 6: "LA TENDENCIA DESCENDIENTE DE LA TASA DE GANANCIA"
1.- Formulación de la ley por Marx
La acumulación de capital va acompañada por una mecanización progresiva del proceso de producción la tasa de la ganancia puede expresarse en términos de la tasa de la plusvalía y la composición orgánica del capital, con la siguiente fórmula:
g = p´(1-o)
Si suponemos que la tasa de la plusvalía (p´) es constante, la tasa de la ganancia (g) varia en sentido inverso a la composición orgánica del capital(o).
Esto es, en muy pocas palabras, la sustancia de lo que Marx llama la Teoría de la Ley.
2.- Las causas contrarrestantes
Marx enumera seis causas contrarrestanes que anulan la ley general de la tasa general de la ganancia. Cinco pueden ser clasificadas según su efecto.
1) Mantienen baja la composición orgánica del capital
- Abaratamiento de los elementos del capital constante. El uso creciente de la maquinaria, eleva la productividad del trabajo y disminuye el valor por unidad del capital constante.
2) Elevan la tasa de plusvalía
- Aumento de la intensidad de explotación. Prolongación de la jornada de trabajo
- Depresión de los salarios mas debajo de su valor.
- Sobreexplotación relativa
- Comercio exterior
3.- Una crítica de la ley
Una composición orgánica ascendente del capital va de la mano con la creciente productividad del trabajo.
La productividad acrecentada del trabajo del obrero beneficia a este en igual grado que al capitalista, sin embargo hay razones para dudar que esta afirmación sea correcta. Lo primero, reconocer que el principio de la productividad ascendente tiende a llevar consigo un tasa mas alta s de la plusvalía.
Un ascenso en la composición orgánica del capital significa necesariamente un aumento de la productividad del trabajo, y Marx mismo nos dice que una mas alta productividad va invariablemente acompañada por una tasa mas alta de la plusvalía.
Marx y los teóricos clásicos y modernos, han considerado la tendencia descendiente de la tasa de ganancia como un rasgo básico del capitalismo y es precisamente en el proceso de la acumulación de capital donde debemos buscar las fuerzas que tienden a deprimirla, y no en la composición orgánica ascendente del capital. La elevación de los salarios conduce a una reducción de la tasa de la plusvalía y esto se expresa en un descenso de la tasa de la ganancia.
Los capitalistas mediante la introducción de maquinaria y otros recursos para economizar el trabajo, procuran mantener la tasa de ganancia o elevarla por encima de su nivel actual.
Existen otras fuerzas que pueden ser clasificadas en aquellas que tienden a deprimir la tasa de ganancia y aquellas que tienden a elevarla:
- La deprimen:
a) Los sindicatos.
b) Las acciones del Estado en beneficio de los trabajadores. - La elevan:
c) Las organizaciones patronales.
d) Las exportaciones de capital.
e) La formación de monopolios.
f) Las acciones del Estado en beneficio del capital.
CAPÍTULO 8. LA NATURALEZA DE LAS CRISIS CAPITALISTAS
Marx nunca perdió de vista el problema de las crisis, aunque en ninguno de sus escritos hace un examen completo de la materia. Expresó: "La crisis real puede explicarse sólo por el movimiento real de la producción capitalista, de la competencia y el crédito"
1.- La producción simple de mercancías y las crisis
En la historia de la civilización la introducción del dinero representó un gran paso adelante. El uso de la moneda permite ahorrar mucho tiempo y resulta posible la verdadera especialización, que es la base de la productividad incrementada.
Aparece entonces la consecuencia, la crisis, en la que coinciden existencias de mercancías invendibles y necesidades insatisfechas. Cada productor ha producido mas de lo que puede vender, eso es la crisis de sobreproducción.
Si logramos averiguar por qué el empresario vendió y no pudo comprar, habremos descubierto la causa de la crisis, al menos aproximadamente.
2.- La ley de Say
La ley de Say sostiene que una venta sigue invariablemente a una compra por igual cantidad; en otras palabras que no puede haber crisis ni sobreproducción.
Aceptando la ley de Say, los economistas clásicos cerraron el camino a una teoría de la crisis; como resultado, sus contribuciones a la materia fueron fragmentarias, inconexas y se escaso valor permanente.
3.- El capitalismo y la crisis
La forma de circulación M-D-M (mercancía-dinero-mercancía), que es característica de la producción simple de mercancías, se convierte bajo el capitalismo en D-M-D (dinero-mercancía-dinero).
En el M-D-M, el propósito del cambio es la adquisición de valor de uso. En cambio en el D-M-D, es por completo diferente, la base objetiva del resorte es la expansión del valor.
Analicemos ahora la relación entre D-M-D y el problema de la crisis. La atención del capitalista se concentra en el aumento del dinero. Juzga el éxito o el fracaso por el volumen de aumento del dinero con relación a la magnitud de su capital original. El capitalista esta interesado en elevar al máximo su tasa de ganancia.
Tan pronto como descienda la tasa de ganancia, comenzara una reducción de las operaciones capitalistas.
Cada capitalista escoge entre dos líneas alternativas: Debe devolver el capital a la circulación o conservarlo en forma de dinero.
El aplazamiento de la reinversión interrumpe el proceso de la circulación de dinero y provoca la crisis y la sobreproducción.
No es verdad, por consiguiente, que la tasa de ganancia deba desaparecer volverse negativa para producir una crisis. Lo único que se requiere es un descenso en la tasa de ganancia mas allá de su nivel ordinario, sufriente para inducir a los capitalistas a retener su capital en forma, esperando la vuelta de condiciones mas favorables.
4.- Los dos tipos de crisis
"Las crisis relacionadas con la tendencia descendente de la tasa de la ganancia"
La tasa descendente de la ganancia no era, por consiguiente, un síntoma de desequilibrio en el sistema de valor.
Si abandonamos la suposición de que todas las mercancías se venden en sus valores de equilibrio, aparece otra posible causa de descenso en la lucratividad. Los capitalistas pueden hallarse incapacitados para vender las mercancías en sus valores. Si se produce demasiado, el precio de mercado cae por debajo del valor, y la ganancia se reduce o desparece. Si esto ocurre al mismo tiempo, el resultado es un descenso general en la tasa de gananciaàcrisis. "Las crisis de realización"
Desde el punto de vista del análisis casual, los dos tipos de crisis plantean problemas diversos. En un caso tenemos que ver con movimientos en la tasa de la plusvalía y en la composición del capital. En el otro, tenemos que ver con fuerzas todavía no especificadas que tienden a crear déficit general en la demanda efectiva de mercancías, sin duda.